martes, 21 de julio de 2009

YA NO ERA LO QUE ES.

Que lejos queda ya la Revolución Francesa. Ese levantamiento del pueblo para exigir los derechos de todos, arrebatados por unos pocos. El BASTA YA! del siglo XVIII. El incumplimiento del contrato social de Roseau, fue la causa de tal justa sublevación. La unión del pueblo, el artífice del éxito. ¡Qué lejos queda ya!
El incumplimiento del contrato social perdura todavía, la unión del pueblo no tanto. Las preocupaciones personales han primado sobre las sociales. La verdad es que los interesados se lo han montado muy bien para que esto sea así, y no de otra forma. Y los afectados no hacemos nada para que esto no sea de otra manera. La culpa por tanto de ambos, unos por incumplir el contrato, y los otros por permitirlo. Sin embargo, lo más preocupante es la pasividad de los afectados. Es normal que el que tiene poder tema perderlo algún día, y su actitud para mantenerlo, suele ser... intentar ampliarlo.
El poder y los derechos, son como la energía, ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma. Para que alguien incremente dichos valores, otro u otros los han debido de perder anteriormente Por tanto se va produciendo un incremento de poder de unos pocos, a costa de la pérdida de derechos de muchos otros. Señalar quienes son los beneficiarios de esta situación resulta complicado, y más aún quién es el máximo beneficiario. Aunque, la verdad, no es lo que más me preocupa. Y sí los afectados, y el triste futuro que nos espera.
No hace mucho salimos de una dictadura. De una dictadura, en la que muchas personas arriesgaron sus vidas por seguir sus principios y obtener unos derechos que nos habían arrebatado, y que consideraban, debían de ser restituidos de forma inmediata. Si pudieran observar en que sociedad nos hemos convertido, dudo mucho que la historia se repitiera. Y no porque estuviera bien el desposeimiento de derechos que sufríamos. Si no porque en tan solo unas décadas hemos des evolucionado, de una forma lamentable… De qué sirve luchar por obtener unos derechos si a continuación cuando debemos ejecutarlos nos mantenemos impasibles. El derecho a reunión, manifestación, y libertad de expresión estaban restringidos, y en muchos casos castigados.
Qué pena, y gran verdad a la vez, es que nunca se valora lo que se tiene hasta que se pierde. Pero más pena da aquel que no sabe de lo que estoy hablando, aquel que no ve nada que deba cambiarse…o peor aún lo ve, pero aún así no hace nada para cambiarlo.

jueves, 2 de julio de 2009

MANÁ

Amar es combatir.
Combatir al miedo a volver a sufrir.
Combatir a amores pasados que se convierten en obsesiones que no te dejan ver los amores presentes.
Combatir a la estupidez de pensar que por amar hoy estas traicionando el amor que tuviste en su día, o que si amas hoy a otra persona es porque antes no amabas de corazón.
Combatir a las adversidades que se nos presentan cada día.
Combatir a los errores…

Amar es “combatir a”…pero sobre todo es “combatir junto a”.

Junto a la persona con la que vives momentos dulces y amargos.
Junto a la que alcanzas sueños e ilusiones, y junto a la que esperas los muchos que aún quedan por venir.
Junto a la que vives nuevas experiencias, la mayoría maravillosas y otras no tanto.
Es combatir junto a esa persona que te ilumina la mañana por muy sombría que se presente. Que sabes que está cuando más la necesitas. Que te acepta con tus pocas virtudes y tus muchos defectos. Que te apoya en tus actos aunque estos les perjudiquen. Que te sigue aunque no te entienda.
Junto a la que creces día a día aprendiendo uno del otro.

Amar es olvidar para volver a Amar.